¿Tienes problemas para dormir? No estás solo ¿Eres de los que duermes bien? Eres un afortunado. “La ciencia del buen dormir” es un libro de divulgación científica del sueño de carácter práctico, y quiere mostrarnos cuán importante es, con relación a esto el autor señala que, su objetivo “es establecer puentes entre el conocimiento científico en medicina del sueño y los conocimientos que tiene la sociedad en general.” (p. 16).
La importancia del sueño es tal que todas las especies duermen lo que indican sus cuerpos, excepto en emergencias. Los humanos, en cambio, somos la única especie que se priva de manera voluntaria del sueño ¿Las causas? Son múltiples, ya es de conocimiento popular que dormir se considera una pérdida de tiempo, pero, ¿sabías que si no duermes las horas necesarias vives menos…? Además, eres más propenso a accidentes y enfermedades, así que contrario a lo que creas, dormir no solo te hace bien, te hace mejor.
Otro tema básico que nos interesa es, que se sabe que el sueño tiene directa relación con el aprendizaje y con la atención: “El sueño es básico para el aprendizaje, ya que prepara nuestro cerebro para poder crear nuevos recuerdos, pero también para consolidar todo lo aprendido” (p.25). Indica que la relación entre aprendizaje y memoria es bidireccional, con esto podemos entender la importancia de dormir y que cuando nuestros alumnos se quedan hasta altas horas de la noche estudiando para rendir una prueba con pocas horas de sueño, no es la mejor idea. Esta parte también la podemos relacionar con el apartado del sueño en adolescentes, donde se detiene a examinar un problema que le parece grave y es que éstos necesitan, según la medicina, dormir entre 9 a 10 horas, cuando en la realidad están durmiendo entre 6 a 7 horas. Nuevamente, son varios factores en juego y algunos responden al país del autor, pero hay otros que son generales y que tienen que ver con la hiperconexión. Si queremos que un niño duerma nueve horas y se despierta a las siete de la mañana, debería estar durmiendo a las 22:00 horas y su última comida debería ser a más tardar a las 20:00 horas, si bien, las 20:00 horas si suele estar dentro del rango en que, más o menos, se toma once en Chile, otro tema es lo que se refiere a estar durmiendo a las 22:00 horas y más aún si consideramos las 2 a 3 horas que debemos pasar sin pantallas antes de dormir. La gravedad del asunto no es la falta de sueño un día, sino que es todos los días y de manera sumativa en un periodo crítico de la vida en que madura nuestro lóbulo prefrontal el que tiene que ver con la toma de decisiones, control de impulsos inadecuados, organización del tiempo y las actividades. El desarrollo de la funciones ejecutivas necesita del buen dormir para poder madurar su procesos de crecimiento y no es precisamente lo que estamos posibilitando como sociedad.
“La ciencia del buen dormir” consta de 3 partes, cada una con subdivisiones y temáticas, sin embargo, es posible leerla en cualquier orden porque es un libro de consulta y puedes ir directamente a las necesidades específicas si así lo requieres. Esto se comprende también en que tanto las palabras de inicio como finales son breves, además de que, si bien se puede leer de manera sumativa, también puede ser hecho de manera independiente, así que en caso de que lo estes leyendo por algún temor o interés en particular, puedes ir a la parte que más te interesa y luego leer lo demás, porque no tenemos dudas de que aprenderá algo. Eso sí, te recomendamos sí o sí el capítulo de la higiene del sueño porque te servirán para agregarla a tus rutinas o para compartirlas.
En resumen, en una sociedad cada vez más conectada, donde estamos expuestos a cada vez más luz y más información que no nos dejan dormir, un libro así es necesario. Lo es también porque existe la falsa creencia de que dormir no sirve de mucho y que mejor mantenerse despierto para no perder tiempo. Dormir no es una pérdida de tiempo, dormir es una necesidad fisiológica que nos ayuda a vivir mejor, más centrados, con una mejor habilidad social y cuidándonos tanto a nosotros como a nuestro entorno. Imprenscindible.
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