La derrota de Rancagua es un libro que lleva como subtítulo, “La lucha por el poder entre Carrera y O’Higgins que desencadeno una tragedia” y que es la hipótesis que el autor sostiene a lo largo de la obra como causa que provocó la caída de la naciente república después de los sucesos de la Primera Junta de Gobierno que llevaron al Primer Congreso Nacional. De esta manera, la batalla de Rancagua es el suceso que marca el fin de una etapa en que la desorganización como resultado de la inexperiencia política de las élites que intentaban gobernar, donde la falta de recursos era crónica para sostener una guerra y la confrontación entre dos caudillos como Carrera y O´Higgins desencadenó una guerra civil soterrada en medio de la guerra por la independencia. En este escenario caótico del período llamado Patria Vieja se sumaban las tensiones entre la capital y las provincias que frecuentemente se manifestaban en asonadas, levantamientos o simplemente sentimientos de rechazo hacia el gobierno que se llevaba desde Santiago. Así Concepción mantenía una pugna constante que una vez más se visibilizaba en las figuras de José Miguel que de alguna manera encabezaba Santiago y Bernardo que lideraba desde Concepción.
Otro aspecto que señala el libro, y que es una arista poco exploraba por nuestra historiografía debido a la dificultad para encontrar evidencias para sostenerla, es cuando el autor señala que muchos soldados patriotas eran levas de campesinos, esclavos de las haciendas y pobres de las ciudades que eran enrolados a la fuerza al ejército sin tener idea de los porque estaban peleando, que significaba esta guerra o la idea que luchaban por la independencia. Además, carecían de toda preparación militar, en algunos casos luchaban en condiciones paupérrimas de vestuario y de armas y eran lanzados a la batalla al sacrificio, lo que significaba que desertaban continuamente, había que llevarlos a punta de fusil, pasaban hambre, se escondían en los campos y eran los primeros en morir. Esto era gran parte del ejército patriota. Y los generales, tanto Carrera como O’Higgins, lo sabían pero sus egos, su ambiciones de poder hacían prever que en estas condiciones lo de Rancagua terminaría en un desastre y los ejércitos realistas al mando de Mariano Osorio, superiores en número, bien apertrechados, con soldados profesionales, veteranos de las guerras de Europeas y más disciplinados arrasarían con la resistencia patriota.
La ciudad de Rancagua, después de la huída de O’Higgins y algunos de los que quedaban para montar un caballo, del sitio establecido por los realistas, se convirtió en un escenario de muerte donde los abusos, las ejecuciones, las venganzas y la violencia contra la población no se hizo esperar, con incendios provocados por los mismos realistas, un escenario terrible y dantesco. No se salvaron las iglesias ni las casas de los rancagüinos connotados, algunos de los cuales escaparon a tiempo y se sumaron en este peregrinar del maltrecho ejército patriota hacia Argentina, específicamente a la ciudad de Mendoza.
Mirado desde la distancia que nos dan los años, realmente, fue un milagro que este primer paso de la independencia durara casi cuatro años considerando que prácticamente había una guerra civil entre los partidarios de Carrera y O’Higgins. Los albores de la independencia, como señala el autor, son un referente que nos permite analizar nuestro pasado para entender nuestro presente. Para evitar estos errores que costaron miles de vidas y que retrasaron el proceso de independencia. La Batalla de Rancagua es un ejemplo sin igual de lo que no se debe hacer cuando se desatan estos procesos políticos. “La derrota de Rancagua” Es un libro muy documentado y con muchos detalles. Que en las primeras cien páginas se dedica a poner las bases para entender lo que sucedió posteriormente. Es en la tercera parte en donde entra de lleno en el desastre de Rancagua. Un libro para trabajar desde el análisis de fuentes y desde el análisis crítico de la situación de Chile y desde los personajes que la dirigieron. Recomendado.
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