“La indagación implica un acercamiento al conocimiento desde la incertidumbre”
Jordi Domenech Casal
“No todo lo que brilla es oro” señala el adagio popular. El ABPro tiene de luces pero también de sombras si es mal aplicado. Llevar esta metodología a la sala de clases e integrarla en la prácticas docentes conlleva riesgos que deben ser conocidos y sopesados al momento de tomar la decisión de aplicarla, de lo contrario la frustración y el fracaso serán el saldo final entre los estudiantes y los docentes.

En la actualidad es una metodología que está de moda y el entusiasmo de algunos no deja ver todos los inconvenientes que puede producir su aplicación. Por lo anterior, es necesario asumir una mirada crítica y de reflexión frente a toda metodología, aún cuando sólo nos muestran experiencias que se ven exitosas. Si bien, es una un aporte valioso conocer otras experiencias, es importante no sólo aprender de sus aciertos, sino de sus errores entendiendo que la aplicación del ABP depende en gran medida del contexto educativo propio de cada establecimiento.
Repasemos, brevemente, algunas creencias que se desarrollan con relación a esta metodología y que pueden inducir a tomar decisiones equivocadas en su aplicación lo que redunde en una mala experiencia pedagógica.
- Creencia: Su aplicación la determinan los equipos directivos y los profesores sólo ejecutan.
Esta metodología requiere de un alto nivel de motivación interna en los docentes y en los estudiantes. La decisión de aplicar el ABP debe originarse a partir de conversaciones que promuevan la convicción de que es una metodología valiosa que incidirá en el mejoramiento de los aprendizajes de nuestros estudiantes. La paciencia y el tiempo para recoger ideas serán claves en la decisión de llevarla a cabo en la escuela. Es un error determinar la aplicación de esta metodología por una decisión desde los equipos directivos, porque está de moda o porque parece novedosa. No tomar en cuenta que el ABP debe decidirse en conjunto con la comunidad educativa conllevará a un ambiente de rechazo hacia esta metodología, a una cultura de cumplimiento y a la larga se perderá una valiosa oportunidad para generar cambios en la escuela.
- Creencia: Se puede aplicar sin hacer modificaciones en los procesos curriculares y administrativos de la escuela y en el trabajo docente.
El ABP requiere una mayor cantidad de tiempo para su planificación y ejecución. Esto dice relación con hacer una elección acertada de los objetivos a trabajar, hacer coincidir los horarios del profesorado que participará en el desarrollo del proyecto, considerar el tiempo para reuniones de coordinación entre los docentes ya que ponerse de acuerdo es una condición previa para el éxito del proyecto. La institución debe considerar como requisito la flexibilidad con relación a los horarios, espacios de trabajo y tener confianza en la labor docente. Es necesario que el proyecto lo trabajen, al menos, dos asignaturas para que sea interdisciplinario y esto requiere de coordinación, romper parcialmente con el asignaturismo y que aula no sea igual a sala de clases sino que se amplíe a todos los espacios de la escuela y también fuera de ella.
- Creencia: La forma de trabajo docente tradicional facilita la aplicación del ABP
Es errado pensar que forma tradicional, es decir donde el profesor o profesora tiene el control mayoritario de las decisiones pedagógicas, facilitará la metodología del ABP; esto porque el ABP se sustenta en un paradigma educativo de carácter constructivista donde el estudiante esta al centro del aprendizaje y el docente acompaña, orienta y motiva. Pero, ¿qué significa este principio? Que el estudiante comienza a tomar la mayor parte de las decisiones, desde que proyecto quiere realizar, las preguntas motivadoras que irá elaborando, como se va autorregulando en el proceso y su rol activo en la evaluación. Es decir se va produciendo un traspaso de poder desde el rol docente al estudiante. El profesor ya no tiene el control completo sobre el proceso sino que lo va delegando paulatinamente, lo que es un escenario complejo si esta convicción de un nuevo modelo de escuela es rechazado consciente o inconscientemente, tanto por el docente como por el estudiante. Es necesario desde un principio determinar si este escenario es posible en la cultura escolar en donde se quiere aplicar. No se vierte vino nuevo en odres viejos, porque estos se rompen y el vino se derrama.
- Creencia: Se trabaja menos que el sistema actual.
El ABP es una metodología que demanda tiempo para los docentes y los estudiantes, se trabaja más que el sistema tradicional en el cual ya se trabaja bastante. A menudo se cree que en el ABP hay menos trabajo porque se considera que el docente delega diversas tareas al estudiante, otras las comparte con otros docentes y, finalmente, no tiene que dictar clases constantemente.
Pero no se considera que el ABP requiere de competencias a las que tradicionalmente no estamos acostumbrados ni como docentes ni como estudiantes. Requiere de una actitud constante de alerta y atención por parte del docente para motivar, acompañar, sugerir, orientar, estar supervisando los equipos de trabajo. Es decir requiere de otra actitud que el sistema tradicional no tiene pues tiende a trabajar con un estudiante pasivo que recibe los conocimientos. También necesita de profesor con mayor preparación en términos de habilidades blandas y por supuesto el trabajo colaborativo con los otros docentes.
- Creencia: El estudiante estará muy motivado con esta forma de trabajo y será muy positivo aplicarla en el aula
En cuanto a los estudiantes y debido a la cultura escolar en que se han educado pueden desarrollar en algunos casos una actitud oportunista con sus compañeros y no trabajar o hacerlo mínimamente si los docentes no han estructurado en forma correcta el trabajo en equipos. Aquí la labor del profesor es clave para ir terminando con esta conducta. Por otra parte si el proyecto no lo motiva, el estudiante sentirá una mayor presión por terminar luego con la tarea y dedicarse a otras cosas o también terminará exigiendo que se le “hagan clases en donde el docente exponga el tema y no tener que asumir tantas responsabilidades y trabajo.
- Creencia: El docente evalúa y califica como de costumbre pero ahora aplicando rúbricas y otros instrumentos similares
El proceso evaluativo requiere de un cambio real con el uso de instrumentos de evaluación auténtica y que los estudiantes tengan incidencia en sus calificaciones a través de los procesos de autoevaluación y coevaluación, de lo contrario seguirá desarrollando estudiantes con baja capacidad de toma de decisiones y poco autónomos. Si aplicamos el ABP usando la forma tradicional de evaluación, el estudiante estará más preocupado de la calificación que pueda obtener que de realizar el proyecto como un espacio de aprendizaje. Y, finalmente, se seguirán manteniendo las diversas distorsiones que en la actualidad se pueden visualizar en la práctica docente evaluativa, cuya principal distorsión es que “el estudiante trabaja para una calificación y no para aprender”.
- Creencia: Hacer maquetas y afiches es lo importante del ABP
Es importante tener claro el proceso de aprendizaje en el ABP, pues al desarrollar un proyecto se da un conflicto curricular entre dos objetivos que no es fácil de visualizar inicialmente. Uno es el objetivo del proyecto y otro el objetivo de aprendizaje. Por ejemplo, elaborar un tríptico sobre el reciclaje como parte de una campaña informativa a la comunidad para enfrentar el problema de la basura como problema ambiental. ¿Cuál es el objetivo del proyecto? En este caso el tríptico es la manera instrumental de apoyar la campaña informativa. No basta con elaborar el tríptico sino forma parte de un proceso mayor que es la campaña y lo cual significa invitar a la comunidad, presentar la medidas, hacer conciencia sobre el problema y entregar el tríptico. En algunas oportunidades el ABP concluye con la presentación de la maqueta, la línea de tiempo o el mapa conceptual, los cuales como productos pueden ser muy interesantes pero no se corresponden con el proyecto, pues no hay una relación con el medio, la comunidad o no se relacionan con temas auténticos o reales para abordar.
En conclusión, pretender realizar el ABP de acuerdo a las concepciones y prácticas pedagógicas tradicionales, considerar que es la panacea que resolverá todos los problemas que arrastra el sistema educativo por años, pensar que los docentes y estudiantes se van a motivar instantáneamente, son errores de los cuales debemos alejarnos lo más pronto posible. Es una metodología que debe adoptarse con cuidado, calma y tiempo. Por ello hay que tener claridad que su aplicación será un proceso, con piedras y pantanos y que una fuerte convicción interna sumado a criterios objetivos nos pueden ayudar a resolver y seguir caminando.
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