Este es un ensayo en que Luciano Lutereau reflexiona acerca de estos tres verbos: Amar, temer y partir, que configuran nuestra vida como seres humanos. El es doctor tanto en psicología y en filosofía, además, tiene un trato cercano en que responde preguntas de sus lectores, lo cual también está integrado en este libro.
La obra se divide en 3 partes que corresponden a cada uno de los verbos. El tema que le interesa al autor son las relaciones afectivas, una cuestión sobre la que ya ha trabajado y escrito anteriormente. En cada una de las partes desarrollara distintos subtemas en los que hay una breve introducción teórica en la que reflexiona sobre éste y luego realizará una bajada práctica, a través de responder a una consulta específica con la que hace un puente entre lo reflexionado, también desde la óptica de que un problema específico puede reflejar a muchos otros que atraviesen una situación similar.
Por otro lado, es importante indicar que el autor hace una relectura de Freud y sus categorías, explicando algunas de las frases más polémicas desde una nueva óptica. Asimismo, cita a Lacan, aunque con menos frecuencia. De alguna manera, estos autores son un eje central en la interpretación en “Amar, temer, partir” y si bien, en ocasiones esto podría crear ciertos resquemores, también es un ejercicio importante abrirse a leer e intentar comprender puntos de vista que quizás no hemos pensado o no conocemos.
Otro punto interesante es que se dialoga constantemente con los lemas que aparecen de forma frecuente a través de imágenes en las distintas redes sociales. No es que este mal per se leer y ver esas frases, sino que tiene más bien que ver con quedarse solamente con lo que dice esa frase sin profundizar ni cuestionar, es un producto de consumo rápido que muchas veces se comparte sin pensar. Esto nos ha hecho, como sociedad, simplificar las relaciones vinculares eliminando el vínculo (aunque suene extraño), y más bien somos nosotros quienes nos proyectamos infinitamente en otros, por lo que es relativamente fácil que ante un acto en que la persona rompa el esquema que le hemos creado, sea desechado, básicamente porque no aprendemos a conocer a las personas, sino que idealizamos y, en realidad, nos estamos relacionando con nosotros mismos. Situación similar a la anterior han generado plataformas como Tinder, con también la falsa creencia de tener tantas posibilidades que, finalmente, no se toma ninguna decisión, por lo que las relaciones son un bien de consumo más, donde no me vinculo ni construyo algo en común con otro, crear algo en común y cuidarlos, aunque seamos muy distintos es una parte fundamental en las parejas.
El autor dice que como terapeuta, él no da respuestas, sino más bien reflexiona y ayuda a pensar juntos. Entonces, cuestionar como nos relacionamos en la vida actual es súper importante para que podamos sacar nuestras propias conclusiones al respecto, acerca de las relaciones que hemos construido. Por ejemplo, ¿cada vez que terminamos una relación es porque fue tóxica? Él indica que no es tan simple, pero que actualmente, se utilizan los conceptos de manera liviana, así por ejemplo, cada vez que se produce una ruptura se intenta explicar a través de ello, de alguna manera es una manera de justificar, de evitar el dolor, pero también de no hacerse responsable.
Para concluir, “Amar, temer, partir” es un ensayo donde el autor reflexiona sobre estos tres verbos, pero no tiene respuestas ni recetas. Es un libro que invita a detenerse y reflexionar, lo cual es clave porque somos más creativos y vivimos mejor cuando nos detenemos a pensar acerca de lo que somos y tomamos decisiones que hemos considerado. Es un libro donde Luciano Lutereau nos invita a parar y pensar en nuestras relaciones, en nuestro concepto del amor, de la felicidad y de las relaciones. No es para que estes de acuerdo con él, sino más bien para que junto a él puedas pensar en tu vida, tu manera de relacionarte y, al final del día, de vivir la vida.
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