La coleccionista es una novela que se sitúa a inicios del siglo XX en Nueva York, Estados Unidos. Belle es hija de afroamericanos, pero tanto ella como todos sus hermanos pasan por blancos debido a su color de piel, aunque ella como su hermano mayor son los que tienen más pigmento en su piel y rasgos propios de su raza, como la nariz más ancha.
A inicios del siglo XX, Estados Unidos tuvo la oportunidad de convertirse en un país donde primara la aceptación racial, sin embargo, debido a un decreto de la Corte Suprema se anula y comienza un proceso de exclusión de las personas de raza negra que llegó al apartheid. El padre de Belle es un conocido activista por los derechos de personas de color, pero su madre toma una decisión arriesgada en beneficio de sus hijos: hacer pasar a su familia por blancos para que tengan más derechos y acceso a mejores vidas, algo impensado en el caso de que fuesen reconocidamente personas de raza negra y esto que nos puede parecer “menor” era grave, estaban arriesgando sus vidas.
En este contexto, Belle consigue un trabajo que no podría haber obtenido si no fuera blanca y, además, en un mundo poblado por hombres, para añadirle más complejidad entra a un círculo de gente adinerada, la que es también racista. En este sentido, la obra es una tensión constante entre lo que la protagonista es y lo que tiene que ser, pues para poder desempeñar su labor ella no solo cambia su nombre, sino su apellido para poder explicar el tono aceitunado de la piel y todo el tiempo debe idear estrategias para poder desviar la atención y vivir con el temor de ser descubierta en su mentira. Ella es tremendamente talentosa, pero eso sería insuficiente si fuese descubierta y eso es lo terrible de esta historia.
“La coleccionista” es una obra narrada desde una perspectiva humana de la vivencia de la discriminación racial. Está basada en una figura histórica que luchó por no ser descubierta (y triunfó en ello), su padre efectivamente fue un activista y su jefe un millonario racista, pero que se unió a Belle a través del amor al arte. Los datos históricos que nos permiten conocer a ese Estados Unidos de principio del siglo XX son reales, salvo algunas modificaciones que están explicadas al final del libro y que tienen que ver con adelantar hechos, pero la historia del interior, de lo que vivió Belle es ficción, sin embargo, las autoras buscaron intentar comprender las tensiones de este fascinante personaje.
Para escribirlo, Marie Benedict consideró que era necesario contar con la voz de una mujer afroamericana y para ello se alió con Victoria Christopher Murray; también son valiosas las palabras que Marie dedica a Victoria respecto a poder mirar con otros ojos, lo que es complejo cuando estas desde el lado del privilegio de ser blanco. Por otro lado, el proceso de corrección del manuscrito coincide con el asesinato de George Floyd el año 2020 y es una situación que hace cuestionarse hasta qué punto se ha superado el racismo en Estados Unidos.
Esta es una novela que tiene mucho para reflexionar, creemos que es un excelente punto de partida para trabajar en el aula y analizar la discriminación desde la perspectiva de la víctima, de comprender lo que significa estar en el lugar del discriminado, de entender sin sentido de excluir al otro no por sus capacidades, sino por su color de piel y sirve para extrapolarlo a otro tipo de discriminaciones. Belle pudo disimularlo y por eso pudo desarrollar al máximo sus capacidades, pero significó renegar y sacrificar a su familia (no podía arriesgarse a que los vieran con sus familiares que eran evidentemente afroamericanos), su historia y su raza, pero ¿qué pasa cuando eso ni siquiera es una opción? ¿cuándo ni siquiera podemos esconder los rasgos por los que somos discriminados? Una novela para reflexionar y cuestionar el status quo de la sociedad.
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