“Ser feminista consiste en una disposición anímica para comprometerse con la construcción de un mundo más igualitario.” (p.52)

Nunca más sin nosotras es un lema que hemos escuchado a partir de los últimos años en Chile y es el nombre del ensayo de la Doctora en derecho Yanira Zúñiga donde, en poco más de 100 páginas, hace un recorrido por la historia del feminismo y cómo se ha revitalizado en los últimos tiempos, centrándose en nuestro país.
Ella misma afirma que no es un manual de historia ni un recorrido cronológico, sino que da cuenta de hitos relevantes que permiten explicar la fortaleza del movimiento feminista en Chile que han permitido la paridad en la convención constituyente. En el libro, Yanira Zúñiga busca responder porqué necesitamos una Constitución feminista. Entendiendo que estamos en un periodo de efervescencia, que es una oportunidad y que hay que transformarlo para fijarlo en la historia. La autora indica que: “para que la historia femenina se transforme en la historia de todos se requiere que la mirada de las mujeres sea entendida como una mirada universal, es decir, susceptible de expresar la mirada humana sobre los hechos del mundo, y no como ha sido entendida hasta ahora: una mirada particular, autobiográfica y subjetiva. Esta última transformación requiere un cambio cultural más profundo, cuyas bases recién estamos construyendo.”
Respecto al feminismo en Chile, podemos ver un primer momento de emancipación de la mujer con movimientos como el MENCH a favor del voto femenino, pero tras años de lucha y la instalación de las mujeres en distintos focos sociales, ocurrió en Chile la dictadura militar, que instauró una Constitución donde la figura de la mujer es la tradicional y patriarcal. Luego al regreso a la democracia no se logró instalar a la mujer en un papel principal, a pesar de su importancia en la lucha contra la dictadura. Así comenzó una época en que pareciera que el feminismo en Chile se había dormido, entregando pequeñas píldoras como el Sernam y donde no se modificaba la Constitución. Contradictoriamente, Michelle Bachelet llegó a la presidencia del país y si bien en su gobierno fue donde más avances se dieron respecto a las mujeres, lo cierto es que no fue suficiente.
Así es que el fondo las cosas no habían mejorado realmente para las mujeres, por eso, el 2019 con el estallido social, el fenómeno de Las Tesis de “El violador en tu camino” y el Históricas del 8M de marzo de 2020 son situaciones que no son de extrañar.
“Nunca más sin nosotras” también se refiere a la paridad: “La paridad es una construcción cuya historia aún se esta escribiendo y, por tanto, ha sido esencialmente dinámica. Si hubiera que resumir su evolución, podríamos decir que es la hija de la resiliencia feminista.” (p. 69). Se entiende que la paridad es necesaria no solamente de entrada (por ejemplo, teniendo un número igual de candidatos hombres y mujeres), sino que debe procurarse que exista durante todo el proceso y en todo el sistema, comprendiendo que la participación de las mujeres no debe ser marginal si realmente queremos brindar el lugar correspondiente y que ha sido negado históricamente. Al contrario, debe ser sistemático y equitativo. Su inclusión en la Constitución es necesaria no porque signifique un cambio inmediato, sino que puede sentir las bases para una transformación a largo plazo.
Para terminar, el ensayo de Yanira Zúñiga nos hace un paneo general sobre el feminismo, en particular en Chile, que busca comprender el fenómeno que emergió el 2019 en el estallido social y que sentó su máximo hito en la marcha 8M “Históricas”. Los lemas feministas dicen que la nueva Constitución será feminista o no será, porque la sociedad no puede construirse solo en base a una parte, sino que debe incluirnos a todos y a todas. Porque no debiese existir nunca más -una sociedad- sin nosotras.
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