Cuando hablamos de respirar pensamos, ¿hay algo más natural que esta acción? Sabemos que el resultado de dejar de respirar es la muerte, así de fundamental es esta acción, pero suele darse tan por sentado que no nos detenemos a pensar en cómo lo hacemos.

James Nestor es una persona, como muchas otras, con la cara alargada, la boca demasiado pequeña para sus dientes y el paladar en forma de v invertida. Como la mayoría de los humanos actuales nació con los dientes torcidos y, por eso, tiende a respirar por la boca, ronca, tiene apneas y duerme mal. Ahora bien, no es que respirar por la boca sea algo negativo, es más bien adaptativo, pues al tener dos maneras de respirar, tenemos más posibilidades de sobrevivir.
Pero retomando el hilo, en “Respira: La Nueva ciencia de un arte olvidado” a través de la investigación que irá levantando podremos descubrir que nuestra estructura ósea no siempre fue así. Nuestros antepasados tenían las bocas mucho más grandes, así como sus narices y sus dientes estaban rectos; gracias a esta estructura no tenían problemas como apneas del sueño o ronquidos, pues su vías respiratorias estaban abiertas. Tampoco ciertas enfermedades como el asma, que afectan a una gran parte de la población.
La forma en que cambiamos debido al crecimiento de nuestro cerebro y nuestra alimentación nos ha provocado enfermedades, pero para eso tenemos que entender que respirar es más un acto físico: “Respirar es un interruptor de una amplia red llamada sistema nervioso autónomo” (p. 176). Dicho sistema incluye a su vez dos: el sistema parasimpático y el simpático. El primero está relacionado a la relajación y el segundo a estar en alerta, por lo tanto, el ser capaces de controlar nuestra respiración, puede estimular y activar uno u otro sistema.
Jamer Nestor tiene en su investigación múltiples casos de como el uso de la respiración puede beneficiar nuestra salud y nuestro modo de vida, explica que es algo que se ha practicado desde la antigüedad, pero esta olvidado. Asimismo nos llama a respirar por nuestra nariz, pues nos trae más beneficios.
Creo que es importante indicar que el autor da cuenta de una falta de investigación científica al respecto, indicando que sería importante realizarla, pero muestra como en la práctica ser consciente de la respiración y ejercitarla es beneficioso para la salud.
En su estructura, “Respira: La Nueva ciencia de un arte olvidado” incluye una sección de técnicas de respiración después de los agradecimientos. Muchas de éstas pueden ayudarnos a la relajación, mejorar nuestro sueño y con esto, ayudarnos a mejorar la calidad de vida. La ventaja es que podemos practicarlas en nuestras casas y ver si impactan en nuestra realidad cotidiana. Al menos nosotros tomamos conciencia que respiramos por la boca y que respirar por la nariz es un ejercicio que debemos realizar intencionadamente.
Creemos que como educadores tenemos muchas razones para leer este libro, comenzando por el autocuidado. Mejorar nuestra respiración activando el sistema parasimpático nos puede auxiliar a reducir nuestro estrés, asimismo, podemos trabajarla con nuestros alumnos o familias, como dice el autor respirar es más que un proceso y nos puede ayudar en los momentos difíciles que cruzamos.
Nestor, James (2021) Respira: La Nueva ciencia de un arte olvidado, Editorial Planeta: Chile. Trad: Arnau Figueras Deulofeu
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