“Al poner a los estudiantes en el centro del proceso educativo, y no al final, nuestro papel como docentes pasa de entregar información a apoyar y fomentar a los estudiantes para que se comprometan e involucren con las ideas a estudiar”
Ritchhart, Church y Morrison

Hacer visible el pensamiento es una tarea compleja y requiere de acciones sostenidas que se conviertan en rutinas eficaces para acercar a nuestros estudiantes a pensar. En la escuela, en general dado el paradigma imperante, los docentes tienden a cubrir el mayor contenido posible para enfrentar las pruebas con éxito dejando de lado la profundización de las experiencias de aprendizaje, el espacio para las preguntas, la reflexión metódica y constante. En este sentido el Aprendizaje Basado en Proyectos es una apuesta arriesgada pues se trata de llevar a los estudiantes más allá de la memorización a tipos de pensamiento complejo como construir explicaciones e interpretaciones, razonar con evidencia, establecer conexiones, entre otros, y poner finalmente al estudiante al centro del aprendizaje. Todo lo cual requiere tiempo, establecer rutinas de pensamiento, cuestionar, escuchar y una actitud de perseverancia por parte de los docentes para insistir en este proceso como el camino correcto para promover la autonomía y el compromiso de los niños, niñas y jóvenes.
La herramienta central y por excelencia para llevar a nuestros estudiantes a niveles superiores de pensamiento es la pregunta, esa interrogante que movilice los procesos internos de pensamiento para convertirlos en comportamientos visibles de la interioridad del aprendizaje. Herramienta que en el ABPro funciona como guía que ilumina el camino a partir de la cual se inicia el aprendizaje por proyectos y marca la senda que continuará en adelante. Se les conoce como preguntas esenciales, preguntas motivadoras o también iluminadoras. Se producen al inicio del proceso en el momento de la planificación cuando se esta eligiendo el tema a investigar.
Es un momento clave en que se entrelaza el tema a desarrollar y las preguntas que comienzan a surgir como interrogantes esenciales para iniciar la investigación. En esta primera parte que es la elección del tema se pueden vislumbrar al menos tres alternativas de trabajo: 1) el docente señala y designa los temas; 2) el docente propone un tormenta de ideas acerca de los temas y el estudiante selecciona el que más le motive con la asesoría del profesor o profesora o 3) el estudiante elige un tema libremente que esté enmarcado en los objetivos de aprendizajes del curriculum que se están intencionando para esta actividad. El escenario que elija el docente va a depender de los estudiantes con los que trabaje y su experiencia en el uso de la metodología.
Una vez elegido el tema solicitará a los estudiantes que diseñen preguntas que indiquen sus intereses de indagación con relación al tema seleccionado. Es un proceso que puede modelar el docente al inicio, en el caso de que los estudiantes no cuenten con experiencia sobre esta forma de trabajo, entonces presenta preguntas y sus estudiantes pueden tomarlas tal cual o irlas modificando y afinando de acuerdo a sus necesidades. Una segunda forma es que los estudiantes construyan las preguntas y el docente actué como moderador, dando pistas o realizando andamiaje, cuando estas interrogantes no apunten al tema, sean poco claras o respondan a memorización y no a síntesis o análisis. Debe quedar en claro desde el inicio que estas preguntas esenciales se van a ir ajustando a lo largo el proyecto a partir de la indagación y los descubrimientos que vayan realizando. Incluso pueden cambiar o ser reemplazadas por otras más pertinentes.
Este espacio de la construcción de la pregunta esencial debe ser sin apremios y sin juicios, todas las reflexiones que generen preguntas son válidas. Los docentes nos ponemos nerviosos si no vemos que salen de inmediato, por tanto otro aspecto que se debe cuidar es la paciencia, no hacer la tarea al estudiante. Si motivar, apoyar, acompañar. Otro aspecto importante es la capacidad del docente para preguntar a la pregunta esencial, es decir, que el estudiante descubra si es la pregunta que le servirá para desarrollar su proyecto.
Finalmente como resumen, una pregunta esencial o motivadora del proyecto debiera tener las siguientes características:
- Pregunta abierta y compleja, es decir, que permita el desarrollo de habilidades de pensamiento superiores.
- Que tenga un lenguaje claro y convincente.
- Auténtica, es decir, expresar un dilema del mundo real lo cual significa que se plantee desde situaciones o problemáticas reales que sean interesantes para los alumnos.
- Significativas para los estudiantes.
- Que promuevan la indagación de manera que signifiquen un mayor conocimiento sobre la materia a investigar.
- Que no sean googleables, es decir, que su respuesta sea fácil de encontrar en internet por ejemplo.
- Sean consistentes con los estándares curriculares.
La pregunta esencial es clave en el Aprendizaje Basado en Proyectos y es un momento para asegurarnos como docentes que los estudiantes visibilicen su pensamiento a través de interrogantes que son las herramientas que producen naturalmente el aprendizaje.
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