Gertie Bingham es una librera que vive en Inglaterra, ama los libros y su amor por ellos lo llevo a vivir su historia de amor en una librería. Los libros y su vida están tan vinculados que es imposible pensar los unos sin la otra. Además, sus padres la criaron en igualdad de condiciones con su hermano por lo que ella es de armas tomar, pero cuando la conocemos ya es mayor y ha perdido a su amado esposo, ¿qué puede hacer para seguir viviendo? Gertie se siente atrapada en una realidad que no le gusta.
Hedy es una joven judía que huye de Alemania cuando ya la situación se vuelve compleja, aunque aún no es álgida, su familia la deja partir con mucho dolor, pero también con la certeza de que lo más importante es su seguridad. Hedy extraña a su familia y lo que la mueve es encontrar la manera de traerla a Inglaterra. Ha llegado a un país donde hablan otro idioma, ella no conoce a nadie y aun así será juzgada por otros por ser alemana, ella es también un alma solitaria con una vida que no es la que quisiera.
Y estas dos mujeres en duelo convivirán a regañadientes. Gertie acepta el desafío de cuidar temporalmente a una joven refugiada, pero no será fácil. Ella nunca tuvo hijos y ya tiene 59 años con una vida y una rutina a la que está acostumbrada, en ese sentido Hedy cambiará todos sus planes y le dará una nueva existencia, pero los procesos humanos no son unidireccionales y esta última también cambiará.
A medida que el tiempo avanza se declara la Segunda Guerra Mundial con la familia de Hedy atrapada en Alemania, lo cual dificulta el trato. Gertie intenta ser comprensiva en lo que está lidiando, entonces un amor en común las unirá: los libros; inicialmente Gertie ve que es una manera de que Hedy pueda mejorar su inglés, pero pronto se dará cuenta que el idioma nunca fue una barrera, en ese caso, con perseverancia irán construyendo una vida en común.
Por otro lado, Gertie continua con la librería, no tan a gusto por todos los recuerdos que trae de la vida feliz con su esposo, pero pronto se dará cuenta del valor de ésta, pasando por distintas instancias en las que incluso quienes no valoran los libros advierten del valor que tiene la librería para la comunidad. Entonces tras el estallido de la guerra, la vida volverá a ser un cambio y Gertie habilita un refugio antiaéreo, el cual trata de hacerlo un espacio cómodo y hogareño. Un día ella le contará parte de Winnie The Pooh a un pequeño vecino, Billy, para ayudarlo a pasar el miedo, lo cual resulta. Entonces se les ocurrirá una idea, hacer un club de lectura del refugio antiaéreo, un espacio que le permita a la gente pasar ese momento de miedo distrayéndose, saliéndose de sí mismos y compartiendo en común. La literatura se transforma en un espacio para crear una comunidad.
Una obra en que hay dolor, pérdidas y la incomprensión sobre lo que las personas pueden hacer, pero también es una historia de esperanza, de aprender a vivir y ser felices en el momento con lo que se tiene, de reconstruir vidas rotas, no para remplazar lo que perdimos, sino para seguir luchando por nuestros ideales y un poco para cambiar el mundo desde los lugares pequeños y cotidianos porque esos son silenciosos, pero también importantes a la hora de sortear eventos dolorosos.
Una novela muy bonita, es fácil encariñarse de Gertie, pero también de Hedy, Betty, Billy y muchos otros personajes que aprender a vivir en una guerra, no dejando de luchar por la paz, sino entendiendo que una manera de no rendirse es seguir viviendo y que podemos colaborar desde distintos espacios. Nos encantó y como dato final, al cierre del obra vine el boletín de la librería Bingham donde vienen las recomendaciones de los libros favoritos de los lectores que nos encantó.
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