Este es un mundo donde habitan distintas magias, las brujas conviven con los humanos, pero no se vinculan con ellos. Son espacios que se encuentran y donde las brujas 

viven, pero sin mezclarse. Allí conoceremos a Lena, la protagonista, una joven una bruja con la marca de la estrella y que será próxima sacerdotisa de su aquelarre o eso es lo que se espera. En sus venas corre la sangre de grandes brujas y será muy poderosa, pero ahora que es joven tiene una sola preocupación: salvar a su hermana del infierno donde se encuentra encerrada y no es uno figurativo…

            Las brujas representan la magia del orden y los demonios del caos, así que son antagonistas naturales. Cuando su hermana y ella eran pequeñas, entre juegos, llegan al infierno. Imogen, su abuela y la suma sacerdotisa, es solo capaz de salvar a una de las hermanas y salva a Lena, por ello, la protagonista se siente culpable y a espaldas de su familia -lo que es difícil porque son brujas y varias tienen el don de la videncia- intenta por todos los medios rescatar a su hermana. Lo que es complicado es entrar al infierno y poder sacarla, se necesita mucho poder, astucia y hacer tratos con los demonios, tratos donde suelen perder las brujas, pues estos son astutos.

            Lena se enterará que hay un demonio poderoso cercano que se llama Caleb -quien tiene su propia historia y motivaciones para querer el poder de las brujas- e intenta contactarlo, pero es algo complejo como aprenderemos en la obra; sin embargo, Imogen pronto morirá, lo cual sabe y se lo indica al aquelarre. Esto provoca que su poder, que mantiene el aquelarre, comience a resquebrarse y con ello las protecciones contra los demonios. Es el momento oportuno para Lena, excepto porque tiene un par de meses para entrenarse para ser suma sacerdotisa… 

            La historia tiene varios ejes de conflictos, personajes que se cruzan y todo ello invadido por la magia que le da un halo de misterio, donde muchas veces no sabemos ciertos elementos que quedan insinuados en esta primera parte y que dan paso a la segunda parte.

            Visualmente el libro es atractivo, tiene una ilustración llamativa en la portada que desde el inicio te ayuda a la ambientación, hay los distintos escenarios y algunos de los quisiéramos ver más. Al interior, las páginas tienen detalles y los inicios de capítulos tienen la página en negro con letras en un color hueso, lo que te aporta a la creación del fondo en que ocurre este libro.

            “El reflejo de la bruja” tiene personajes queribles, muchas veces nos mantiene en vilo porque no sabes para que bando juega que personaje y da giros inesperados que te mantienen en alerta. Este libro es el inicio de la aventura de Lena y está lleno de misterio donde nosotros como lectores tenemos que tratar de adivinar qué sucederá con los personajes ¿Son tan confiables como creemos? Hay elementos insinuados que esperamos -y creemos que así será- que se desarrollen en la segunda entrega, pues es parte de una saga. Es un libro juvenil que embrujará a los jóvenes lectores apasionados por la fantasía y una cuota de amor al estilo Romeo y Julieta.