¿Cómo se vive el amor desde el feminismo? María Francisca Valenzuela reflexiona sobre esta pregunta y quizás pienses ¿por qué es tan relevante cuestionarlo? Y tiene que ver con que las reglas del amor, en especial, el heterosexual, tienen reglas distintas para hombres y para mujeres, teniendo un impacto negativo en estas últimas desde muchos flancos: “… está bien renunciar a todo tu mundo solo por amor. Las mujeres sacrificamos todo por el otro. Ese es el modelo.” (P. 24).
El libro se estructura en cuatro partes más un epílogo y una sección de 10 cosas que aprendió del amor romántico con el feminismo, estos apartados explican de manera secuencial el amor en los términos actuales, donde hay una relación dispar de poder. Esto porque la sociedad enseña a las mujeres que la meta principal es encontrar el amor. El valor de una mujer se da en la medida de encontrar una pareja de manera estable y esto significa que muchas veces sea a cualquier costo, lo cual también es parte de los aprendizajes: “Y ese es el problema: que a las mujeres nos han enseñado a aguantar como parte del ejercicio amoroso.” (p. 82).
Ahora, de esto se desprenden muchos elementos y te invitamos a leer “Maldito amor” para conocerlos, pero aquí nos centraremos en el más impactante: la violencia. Dado que el valor de la mujer radica en el amor, se nos enseña a complacer al otro y ser pacientes, por lo que en pos de mantener una relación se generan conductas negativas como la aceptación de la violencia en la pareja y para eso entrega números. El primero es que, de acuerdo a ONU Mujeres, el lugar más inseguro para una mujer es su propia casa. Además, una de cada tres mujeres en Latinoamérica ha sufrido violencia y de las muertes de las mujeres más de la mitad es a manos de sus parejas, lo que es coherente con el dato de que el lugar más inseguro sea el hogar.
Hay un apartado muy importante también referido a los tipos de violencia que se ejercen porque la más evidente es la física, sin embargo, la violencia psicológica puede anular a las mujeres de una manera brutal y es mucho más difícil de identificar, por lo que muchas que lo sufren no son capaces de reconocerlo como tal, lo que las lleva a no tomar acciones y confrontarlo.
A medida que avanzan las páginas la autora va insertando el amor desde el compañerismo amoroso, uno donde la mujer no se anula, sino que crece. Donde no acepta violencia. Uno que no es perfecto porque está en proceso: “El objetivo no es dejar de amar, sino construir un amor nuevo, que crea en nuestra libertad y posibilidad de ser quienes queramos ser.” (p. 41).
“Maldito amor” nos encantó porque explica de manera sencilla y ordenada un tema que es profundamente complejo y que está arraigado en nuestra sociedad a tal punto que los hogares terminan siendo espacios muy peligrosos para las mujeres. Si bien hicimos referencia a un tema en particular en la obra encontrarás muchos más (y sí quieres seguir profundizando en este tema te recomendamos Decididas, de María Florencia Freijo), como el tema de la importancia de lo físico, la construcción de la identidad de nosotras las mujeres a través de amor y muchos más. Además encontrarás una propuesta, pero es más bien una reflexión abierta porque un amor desde el compañerismo amoroso es una construcción en curso. Absolutamente recomendado para leer y trabajar con alumnos de los últimos de educación media y reflexionar este tema que, precisamente, se vuelve tan relevante en la juventud, cuando los primeros amores se viven de una manera intensa, pero también pueden marcar el inicio de relaciones asimétricas y con violencia en el pololeo, finalmente tóxicas.

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