Esta novela es una historia de personajes llenos de cicatrices profundas. Los que unen todo son Grace y Tom, un matrimonio de personajes casi angélicos. Ella sufrió mucho por una pérdida a temprana edad y es de origen irlandés por lo que es católica, Tom es judío e hijo de un veterano de la Segunda Guerra Mundial. La pareja es una combinación difícil, pero ellos la hacen funcionar. Por otro lado, está Jack, dado de baja de la guerra de Vietnam por quedar desfigurado por una granada y Bao, vietnamita, huérfano y que ha huido con su familia a Estados Unidos como refugiado.
El libro comienza con el prólogo de un naufragio para comenzar cuando Grace encuentra a Bao solo y acurrucado, los que nos dará una perspectiva clara del personaje de ella, es una persona sumamente sensible, preocupada de los demás y que no puede quedarse indiferente cuando se trata de hacer el bien. En este instante conoceremos a la mayoría de los personajes y se mencionará a Jack, que sabremos es un veterano de guerra que trabaja para Tom, pero como les comentamos quedó desfigurado lo que alteró completamente su vida. De alguna manera, Tom lo ha salvado.
El encuentro de Grace con Bao, quien se enterará es parte de un grupo de refugiados que está en una casa de acogida junto a su tía y que es huérfano, le dará a Grace una nueva tarea en su vida y se involucrará con estas hermanas, en especial respecto de Bao y su tía Ann, la única familiar que le queda y quien también oculta terribles cicatrices.
Es una historia enternecedora y dolorosa, ocurre en distintos tiempos, en el presente que comienza con Grace encontrando a Bao, pero viajáremos al pasado de todos los personajes más relevantes y conoceremos sus cicatrices. Tiene un ritmo bastante rápido con capítulos cortos donde cada uno vive su historia y en los distintos capítulos aprendemos más de las inquietudes de cada uno de ellos, es inevitable encariñarse, en especial con Grace, a quien le gusta acoger bajo el ala pajaritos heridos.
Tom salvará a Jack, Grace a Bao, luego Bao lo hará con Jack y, finalmente, él salvará al niño, pero incluso ante situaciones concretas, lo cierto es que todos ayudan a sanar las cicatrices de los otros e incluso más, aprenden a amar y ser amados con esas cicatrices, unas más visibles que otras, pero todas los marcan. Es una obra preciosa porque son personajes llenos de dolor, pero que intentan continuar sus vidas y que logran encontrar espacios para ser felices siendo distintos, se hace más bonita porque también hay problemas cotidianos que inundan el libro, por ejemplo, Grace tiene una hija adolescente y tendrá problemas propios del caso y eso le da más peso a la obra, la hace más compleja y más real, es como si tuviese más consistencia porque los humanos no somos simples.
Para finalizar, es una obra que podemos leer para trabajar con nuestros alumnos más grandes en torno a la empatía en muchos sentidos, también para darle vida a la historia, esto porque muchas veces las guerras son acerca de un país contra otro o un poder contra otro y se nos olvidan las personas concretas, lo que sufren la guerra y que, al final, no son los estados o los poderes, sino que son personas concretas que las viven y en quienes quedan cicatrices. Muy recomendado.
Título: Los custodios de tiempo
Autora: Alyson Richman
Traductora: Yara Trethan
Editorial: Planeta
País, fecha de publicación, número de páginas: Chile, noviembre de 2022, 355.
Deja un comentario