El día sábado 02 de noviembre se realizó el “Cabildo por la educación” en el Parque Almagro con Paseo Bulnes, donde se reunieron más de 300 profesores, asistentes y técnicos de la educación. De acuerdo a lo conversado con Mario Aguilar, la convocatoria “Sobrepasó lo que esperábamos. Esto fue convocado recién ayer y por redes sociales, esto demuestra que la gente está interesada.”. Asimismo, mencionó que “lo principal es sacar a la educación de la lógica del bien de consumo y de la industria. La educación es un derecho social que debe ser gratuita y pública, lo que no puede ser sin una nueva constitución por medio de asamblea constituyente generada desde la propia ciudadanía”.

Este encuentro, llamado con poca anticipación, demostró que las personas están realmente interesadas en dar a conocer su voz en las áreas que son de su interés. Se conversó en grupos alrededor de preguntas que se condensaron en tres puntos: Primero sobre qué provocó el estallido social, luego pasar a soñar cómo es la educación que imaginamos y, finalmente, qué acciones concretas se pueden llevar a cabo para ello.

Es importante indicar que Mario Aguilar señaló que esta fue una muestra, la idea es que estos cabildos se puedan realizar a nivel territorial como por establecimientos: “Nosotros invitamos a nuestros colegas a ser motivadores y generadores de cabildos en los colegios, en los barrios donde están los colegios y, por supuesto, que aquí salga gente motivada a implementar los cabildos, que tomen la metodología y que lo lleven a sus barrios, comunidades, sus lugares de trabajo, por todo Chile.”

La voz de los profesores: la educación que queremos

Para terminar la actividad se llamó a un plenario a que cada grupo expusiera los tres puntos arriba mencionados. A continuación, indicaremos los puntos que más se repitieron, pues sin duda hay conceptos claves mencionados por prácticamente todos los grupos.

La desigualdad fue la palabra que más se repitió como origen del conflicto. Vivimos en una sociedad desigual y la educación perpetua esa desigualdad. Esto comienza, para la mayoría de los grupos, en la dictadura con la imposición de un sistema neoliberal. Este sistema ha generado una sociedad de individuos que precariza a la sociedad. Con la llegada de la democracia, este modelo no se frenó sino que perpetuó. Los derechos fundamentales no se garantizan porque somos una sociedad de consumo y, por lo tanto, si el sistema es la base de este mal, lo necesario es el cambio de paradigma a través de una nueva constitución. Sin duda alguna, una nueva constitución a través de una asamblea constituyente popular estuvo en la boca de todos los grupos.

Quizás uno de los puntos centrales es la educación que imaginamos y es importante indicar, que se recalcó mucho en que es necesaria una nueva constitución que dé garantías para una nueva educación. Esta educación que queremos, puede verse en las diversas demandas: una educación gratuita y de calidad. Pero no solo eso, mucho indicaron que debe ser una educación libre y liberadora, una educación humanizadora en que se promueva el respeto a los derechos humanos. Una educación que nos haga felices, sin prejuicios, pluricultural, sostenible, no sexista, que respete los territorios, donde participe toda la comunidad escolar. Una educación democrática y reflexiva donde se generen relaciones horizontales, donde se revise el curriculum y la evaluación por profesores.

Respecto a las acciones hay algunas a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, revertir la eliminación de historia, educación física y artes de la malla obligatoria. Llegar al 50% de horas lectivas y 50% de horas para labores administrativas. Tener un máximo de alumnos por sala definido, menor al actual. Poner énfasis en la enseñanza de filosofía y de educación cívica, que permitan formar ciudadanos. Exigir la renuncia de la actual Ministra de Educación y exigir un/a nuevo/a Ministro/a con formación docente y experiencia en aula. Hacer un catastro con las necesidades de los profesores para dar respuesta a corto plazo. Fortalecer el rol docente. Fortalecer los sindicatos y hacer hablar a todos los actores de la educación. Generar espacios como los cabildos, pero sostenerlos en el tiempo y hacerlos de manera sistemática, de manera de estar evaluando constantemente si nuestros modelos responden a nuestras necesidades. Seguir movilizándonos, acercarnos a otros actores, como los apoderados para hacerlos comprender. Reactivar las redes comunitarias y generar espacios de participación vinculantes. Educar en cómo funcionan los procesos de cambios constitucionales y asambleas constituyentes, de manera de tener personas formadas al momento de elegir soluciones. Y sobretodo, hacen hincapié en el necesario cambio de constitución mediante asamblea constituyente como base para construir una educación acorde a esta sociedad que se esta levantando.

Este cabildo es el puntapié para la realización de diversos cabildos por la educación, en la que diferentes actores puedan dar a conocer su visión de la educación, pero sobretodo cual es la educación que queremos y cuáles son las acciones que se deben realizar. Conversar, disentir y reflexionar son espacios que se han abierto gracias al estallido social de estas últimas semanas. En este caso, se reunieron más de 300 voces para decir: queremos una educación pública, gratuita y de calidad, pero ya no basta con ello, queremos que la educación sea capaz de formar ciudadanos comprometidos con su comunidad, de generar personas felices y libres, integrales e inclusivas.